Normalmente cuando me solicitan amistad... tengo la costumbre de ir y echar un vistazo al perfil del solicitante... como para ver si tenemos algo en común o no... eso es por supuesto si no viene recomendado por alguien o por una amistad en común.
Cuando no encuentro nada que me llame la atención, dejo que mis tripas "actúen"... si me dicen SI, pués allá va eso... y me lanzo... y por supuesto que en caso contrario, deniego la solicitud y listo.
Cuando uno acepta la solicitud es lo más semejante a cuando se corren las cortinas de un teatro y uno está espectante con lo que pueda encontrar... a veces decepciona... y en otras ocasiones (como es el caso), reconforta encontrarse con gente que aporten con "pepitas de oro" a quien los visite.
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