sábado, 8 de septiembre de 2018

Buscando...


Jesús era más un curador que un profesor. Un curador no sólo del cuerpo, no sólo de la mente, sino también del alma. El era un médico, un médico del alma. Eso es lo que todo Maestro tiene que ser.

En tu interior, estás dividido, estás fragmentado, no estás entero. Sí te completas estarás curado. Si las tensiones por el futuro y las tensiones acumuladas del pasado desaparecen de tu interior, estarás curado, tus heridas desaparecerán. Si puedes estar en el presente, estarás entero, completamente vivo, absolutamente vivo, y un profundo deleite te inundará.

El dice una y otra vez: "Si tienes fe, la fe puede mover montañas". Puede que no se trate de las montañas que existen fuera, sino que de las montañas de la ignorancia, las montañas de la fealdad, las montañas de la inconsciencia que existen en tu interior.

Su insistencia está en la fe. La creencia es de la mente; la fe es de tu totalidad.

Cuando crees en Dios, Dios se vuelve una idea, una doctrina. Pero si tienes fe, ésta ya te ha transformado. La fe no conoce el futuro, es efectiva de inmediato. Cuando tienes fe, la tienes en tu sangre, en tus huesos, en tu médula, en tu corazón. En todo tu ser tienes fe. Un hombre de fe es un hombre de Dios.

Si tienes fe, te abrirás: y Dios será entronado en ti

‑eso quiere decir: si tú eres destronado y Dios es entronado.

Así que está ésta elección, la más grande elección con que nunca se encuentra el hombre: continuar tú mismo ocupando el trono ... o destronarte a ti mismo y permitir que Dios entre.

Osho

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