Harrison escribió «My Sweet Lord» (1969) como una alabanza al Dios hindú Krishna, mientras que al mismo tiempo intentó que la letra sirviera como una llamada a abandonar el sectarismo religioso, con una mezcla deliberada del «Aleluya» judío, cánticos de Hare Krishna y oraciones védicas.
No importa los colores o las formas de las "flechas"... mientras todas apunten hacia la Verdad.
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