Un peregrino zen acudió a Rinzai, un gran maestro.
Quería meditar y alcanzar la iluminación, pero Rinzai le dijo:
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Espera, hay otras cosas primero. Lo primero es lo primero. ¿De dónde vienes?-
Siempre destruyo los puentes que he cruzado, respondió el hombre.
Rinzai dijo:
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De acuerdo, no se trata de dónde vengas. Pero ¿cuál es el precio del arroz allá por estos días?El discípulo se echó a reír y dijo:
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No me provoques; de lo contrario te golpearé.Rinzai se inclinó frente al peregrino y le dijo:
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Estás aceptado.Si un hombre aún recuerda el precio del arroz de donde viene, no es digno.
Cualquier cosa que traigas del pasado es una carga, una barrera, y no te permitirá abrirte al presente.
Osho
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