"El río pasa al lado de un árbol, lo purifica, lo alimenta, le da agua y continúa danzando. No se aferra al árbol. El árbol deja caer sus flores sobre el río en profunda gratitud y el río sigue adelante. El viento llega, baila alrededor del árbol y sigue su camino. Y el árbol presta su perfume al viento...
Si la humanidad creciera y madurara, esa sería la forma de amar".
Osho
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