domingo, 7 de mayo de 2017

Aprende a dar


Un hombre pobre le preguntó a Buda:
“¿Por qué soy tan pobre?”

Buda dijo:
“No aprendes a dar.”

Así que el hombre pobre dijo:
“Y si no tengo nada que dar?”

Buda respondió:

“Tienes algunas pocas cosas,
Tu rostro, que puede dar una sonrisa;
Boca: puedes elogiar o consolar a otros;
Corazón: puede abrirse a los demás;
Ojos: con los que puedes mirar a otros con ojos de bondad; Cuerpo: que puede ser utilizado para ayudar a los demás.”

Así que, en realidad, no somos pobres del todo, la pobreza de espíritu es la verdadera pobreza.



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