Un río humano generalmente silencioso, se dirige voluntariamente a meterse en las "bocas" del metro en superficie, que nos "engulle" feliz e insaciablemente cada mañana (previo pago del pasaje). El "acto" es tan automático que nos cuesta recordarlo incluso en la tarde... salvo que suceda algo que nos saque de la rutina.
Hoy al dirigirme a la estación "Estadio Nacional" y mientras estaba en "modo zombie"... fui sacado abruptamente a la "realidad" a través de un grito de uno de los muchachos que se establecen a la entrada del metro vendiendo desayunos...
"DOBLADITAS DE QUESOOO... las mejores de la Galaxia... aprovechen ahora, antes que llegue el Apocalipsis"...
Bastó esa ingeniosa frase llamando a la compra, para que se me dibujara una sonrisa en la cara... que todavía me dura...
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