El final del cuento es que el discípulo se encogió de hombros
y se decidió a buscar a otro Maestro,
uno que "hiciera" cosas "increíbles y novedosas",
porque eso de creer en Dios con todo el corazón
es una cuestión antigua, pasada de moda
y no produce "deditos" para arriba
en las redes sociales...
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