En la primera parte habla de un época "optimista" en donde los intelectuales de la época creían que por medio de la razón (lado izquierdo del cerebro) se podía construir un mundo mejor.
Y termina su intervención hablando de la toma de consciencia,
vivir el presente, aprender (experimentar),
de la admiración,
de la humildad,
de la capacidad de asombro (mirar con otros ojos la realidad),
de volver a la inocencia (revivir el niño interior),
...en fin, termina hablando de sensaciones y sentimientos (lado derecho del cerebro).
Si nos diéramos cuenta que este "camino" es el que nos lleva a descubrir (¿o recordar?) nuestra esencia amorosa, definitivamente este sería el camino a través del cual podríamos construir un mundo mejor, no a través de la competencia interpersonal, sino a través de nuestro despertar espiritual individual, que llevado a un plano mayor, sería la salvación de la Humanidad, la Naturaleza y los animales,
...o sea la preservación del Planeta.
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