Aquello que te molesta de los demás,
te enseña a trabajar la paciencia y la aceptación.
Todo aquel que te abandona,
te da la oportunidad de trabajar el desapego.
Aquello que te enoja tanto,
te muestra que has de trabajar la compasión y la aceptación.
Aquellos que tienen poder sobre ti,
te enseñan que has de volver a ti mismo.
Aquello que odias en los demás,
es una oportunidad para trabajar el amor incondicional.
Todo aquello que no puedes controlar,
te está mostrando que debes soltar y dejar fluir.

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