jueves, 19 de diciembre de 2019

reflejos...


- ¡Oh Maestro!, ¿por qué algunos buscan a Dios en el Corán y otros dentro de sí mismos?

- Porque el Corán es sutil, hermoso, poético y no da tanto miedo como asomarse al Vacío.

- No le entiendo, ¿a qué se refiere?

- Pues verás hijo mío, los seres humanos temen mirar en su interior porque, si no encuentran a Dios, se toparán con la realidad de su existencia, que es pura nada, y esa verdad sacudirá el alma de miedo y de terror. El corazón del ser humano es un espejo donde Dios se mira para conocerse y reconocerse. Cuando, a través de la búsqueda interior, alguien descubre esto, se dedica por completo a limpiar y pulir ese espejo para que, cuando Dios quiera asomarse a él, lo encuentre bien dispuesto. Quien consigue esto, conocerá a Dios y se conocerá a sí mismo.

- Pero, Maestro ¿cómo podría alguien conocerse a sí mismo contemplando el Rostro de Dios?

- Porque, hijo mío, se verá reflejado en Sus ojos.

Extracto del libro "99 cuentos y enseñanzas sufíes.
Manuel Fernández Muñóz

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