La mente es como el agua.
Cuando está quieta puedes mirar en su interior para ver qué esconde.
Al meditar utilizamos la mente para observar a la mente.
Esa es una experiencia difícil de describir.
¿Qué tesoros se ocultan en el fondo del mar y en el cielo infinito?
Aquí está la puerta; pero cuando la abres, descubres que nunca hubo ninguna puerta.
Sin embargo, has entrado.
Manuel Fernández Muñóz
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