martes, 17 de marzo de 2020

RECLUSIÓN


La reclusión a la que nos ha llevado el Coronavirus, (pasada la etapa en donde creamos distracciones para matar el tiempo), puede convertirse en una terapia de "desintoxicación", de la ilusión de creernos lo que no somos.

Como buenos adictos, al principio lucharemos en contra de esta "camisa de fuerza", pero mientras más luchemos, más fuerte se hará la misma.

Deberíamos entender lo ineludible de esta situación y relajarnos, al punto de que empecemos a desprendernos de esta necesidad de figurar, de seguir creyéndonos el papel que interpretamos en esta obra que llamamos "vida".

Ahí, recién, empezaremos a sentir como nos volvemos a conectar con nuestra propia esencia, que no es otra cosa que la Paz.

Y es ahí que, con suerte, volveremos a recordar QUIENES SOMOS EN REALIDAD.

Sólo así podremos salir, en un futuro cercano, de nuestras casas... RENOVADOS y CAMBIADOS; sino, cuando salgamos volveremos a ser los mismos seres inconscientes que éramos, antes del confinamiento... hasta la próxima crisis.

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