- Hasan, ¿Quién fue tu maestro?
- Tuve miles de maestros. Decir sus nombres me llevaría meses y ya es muy tarde... Sin embargo tuve un maestro fue un niño.
Llegué a una ciudad y vi a un niño que llevaba una vela encendida. Iba a la mezquita a colocar allí la vela.
Bromeando le pregunté: “¿Tú mismo la encendiste?”
“ Sí señor, me contestó.
Le pregunté : “Hubo un momento en que la vela estaba apagada y luego hubo un momento en el que estaba encendida: me puedes decir ¿de dónde vino la luz? “.
El niño se rió, apagó la vela y me dijo:
“Ahora has visto que la Luz se fue. ¿A dónde fue? Dímelo”.
Mi ego fue sacudido, todo mi conocimiento fue sacudido. En ese momento sentí mi propia estupidez. Desde entonces abandoné todo mi conocimiento.
- Tuve miles de maestros. Decir sus nombres me llevaría meses y ya es muy tarde... Sin embargo tuve un maestro fue un niño.
Llegué a una ciudad y vi a un niño que llevaba una vela encendida. Iba a la mezquita a colocar allí la vela.
Bromeando le pregunté: “¿Tú mismo la encendiste?”
“ Sí señor, me contestó.
Le pregunté : “Hubo un momento en que la vela estaba apagada y luego hubo un momento en el que estaba encendida: me puedes decir ¿de dónde vino la luz? “.
El niño se rió, apagó la vela y me dijo:
“Ahora has visto que la Luz se fue. ¿A dónde fue? Dímelo”.
Mi ego fue sacudido, todo mi conocimiento fue sacudido. En ese momento sentí mi propia estupidez. Desde entonces abandoné todo mi conocimiento.
Variación sobre un cuento de "99 Cuentos y Enseñanzas Sufiíes" de Manuel Fernández Muñóz.
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