Cuando nuestra “espiritualidad” gira en torno a nuestro exterior, manifestándose a modo de pulseras, collares, túnicas, mandalas colgando de todos lados, yoga nivel "experto", despensas repletas de libros “indispensables”, páginas en Facebook (o cualquier red social) repleta de corazones, “Om´s”, “atrapa-sueños”, “manos de Fátima”, imágenes de Jesús y/o Budha, meditaciones extensas y “profundas”, con caras muy serias y largas, tatuajes en sánscrito… etc, etc, etc… nos llegamos a creer que hemos “llegado”, que hemos “alcanzado aquello” que tanto hemos “buscado”… pero… ... y siempre hay un PERO,
- si nos toman el turno en la cola del super,
- si nos ganan un lugar en un estacionamiento,
- si nos empujan en el metro,
- si la pelota de unos niños nos golpea en la cabeza,
- SI NOS CONTRADICEN EN POLÍTICA, RELIGIÓN O FÚTBOL…
acto seguido EXPLOTAMOS como un volcán, lanzando las bilis a modo de improperios, descalificaciones, malas palabras y hasta maldiciones a diestra y siniestra… a modo de demostración de que CON NOSOTROS NO SE “JUEGA”, QUE PODEMOS LLEGAR A “SER PELIGROSOS” CON EL “OTRO”.
Estas REACCIONES (muchas veces “incontrolables”) nos deberían dejar una enseñanza, una vez que nos “enfriemos” y podamos REFLEXIONAR sobre el tema.
1- ¿Qué significado tienen todos esos “adornos” espirituales, si no somos capaces de poner en práctica un ejercicio tan SENCILLO como es el RESPIRAR, para no dar paso a la REACCIÓN?
2- ¿A dónde fueron todos nuestros conocimientos adquiridos en tantos y tantos libros de sabios Maestros, que no nos permitieron reconocer el momento en que el Ego se “apoderó” de “nosotros” y dió rienda suelta a lo que mejor “sabe hacer”, que es competir despiadadamente?
3- ¿De qué nos valió ser tan amables con la naturaleza, queriendo y mimando a nuestras mascotas, acariciando a cualquier animal desconocido, abrazando árboles, protegiéndola de sus depredadores y esforzarnos al máximo en llevar una dieta, ojalá vegana, para evitar con ello el sufrimiento animal… SI NO SOMOS CAPACES DE VER EL DAÑO QUE CAUSAMOS CON NUESTRAS REACCIONES A NUESTROS PARES HUMANOS?
Cuando nos veamos envueltos en situaciones como éstas, de ser “tentados” a REACCIONAR, es cuando más debiéramos tener en cuenta TODO LO QUE HEMOS “AVANZADO” EN NUESTRO CAMINO ESPIRITUAL… y si no “podemos” darnos cuenta, pues entonces está muy claro que nuestro “avance” sólo ha ocurrido en nuestra “superficie” y no ha penetrado ni un ápice en dirección a nuestro corazón… por tanto, NOS QUEDA AÚN MUCHO “CAMINO” POR DELANTE.
Un vez más, me viene esta frase a la cabeza: TODO EN LA VIDA ES UNA BENDICION O UNA LECCION, como siempre, de nosotros depende el poder discernir.
Saludos a todos y ! Namasté !...
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