El "perdón" no es caridad, no es algo que tú "regalas" al que te ofendió; es la NECESIDAD DE LIBERARNOS DE LA CARGA NEGATIVA DE LA OFENSA, por ende, es un REGALO QUE NOS HACEMOS A NOSOTROS MISMOS.
El que ofende lleva la peor parte, si entiende esto... pues sabe que no es tan simple como arrancar los clavos de la puerta, para obviar el hecho de que fueron clavados... pues los hoyos permanecerán por siempre. Al ofensor, sólo le queda el camino de la REFLEXIÓN PROFUNDA y la TOMA DE CONSCIENCIA del daño causado a un Ser igual a Él...
sino, la "vida" se ENCARGARÁ DE RECORDÁRSELO a cada paso.
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