"A veces observo cómo el deseo invade mi mente y me llena de agitación.
Otras veces, cuando no consigo lo que quiero, me doy cuenta de que el deseo se convierte en frustración y la frustración se muda en otros tantos instintos negativos, relacionados con la maledicencia.
Mientras eso sucede yo observo el deseo, observo la frustración y sonrío pacíficamente sin inmutarme.
A esa sonrisa, en la India, la llaman meditar."
"50 cuentos para aprender a meditar"
Manuel Fernández Muñóz
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