- Explíqueme la diferencia entre el Islam y el Cristianismo.
Pero mi maestro, mirándola a los ojos, le dijo:
- Señora, usted es una discutidora y ha venido aquí a discutir. No obstante, se equivoca de maestro y se equivoca de lugar. Nuestra religión es guardar silencio y danzar. Todas las preguntas se disuelven en la danza del Amor. Si quiere encontrarlas, entre en nuestra taberna, gire, beba nuestro vino y emborráchese. Olvídese de todo lo que cree saber; aquí no hay lugar para el Ego, sólo cabe el Corazón. Queme su arrogancia con el fuego del no-soy y podrá derretirse en la experiencia del Ser. Donde termina la razón, comienza la mística, porque la mente no puede entrar allá donde mora el Corazón. La cabeza utiliza el lenguaje para expresarse, el Corazón sólo entiende de pasión.
Mi única respuesta para usted es ésta:
¡ Dance y piérdase de vista!... No piense, ¡ sienta !.
Inclínese ante la inmensidad, gaste en humildad, y en ese "no-ser", en el silencio, encontrará todas las respuestas y ya no tendrá la necesidad de buscar a alguien con quien discutir, porque habrá encontrado a alguien a quien amar.
Extracto del libro "99 Cuentos y Enseñanzas Sufies"
Manuel Fernández Muñóz
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