Para la mayoría de los humanos la felicidad está ligada a las posesiones: casas, dinero, decoraciones, gloria… o bien mujeres, hijos.
No: la verdadera felicidad no depende de ningún objeto, de ninguna posesión, de ningún ser; viene de arriba y os asombráis al descubrir en vosotros mismos, sin cesar, este estado de conciencia superior.
Os alegráis y ni siquiera sabéis por qué.
Esta es la verdadera felicidad.
Omraam Mikhäel Aïvanhov
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