Aun con toda nuestra actitud positiva debemos enfrentar que el mundo no es color de rosa; existen problemas terribles como la guerra, la violencia y el terrorismo, los cuales no sólo destruyen el entorno de los habitantes del planeta sino también el tejido social y afectan la moral de toda la población, ya que frente a estas brutales acciones nos queda una sensación de impotencia que se engrandece cuando nos preguntamos "¿qué efecto podría tener yo en el mundo?" o "¿cómo podría cambiar esto?" y nos parece que la resolución del problema está totalmente fuera de nuestro alcance.
Esto no es verdad.
Quizá pienses que meditar no es hacer nada, pero en realidad traer calma y claridad a nuestra mente tiene un efecto en nuestro entorno.
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