jueves, 28 de marzo de 2019

Matrix - 20 aniversario


La trilogía de Matrix de los hermanos Wachowski, fue un rotundo éxito en los cines, que, además de entretener, planteaba una serie de reflexiones filosóficas muy interesantes.

La misma pertenece al género de las distopías (antónimo de utopía), que se refieren a las sociedades ficticias indeseables.

Existe un paralelismo entre Matrix y el mito de la caverna de Platón, aunque en Matrix lo que el “prisionero” liberado ve, no es el sol, sino una realidad totalmente desoladora.

En la película existen dos mundos: el real, donde las máquinas controlan a los humanos y los “siembran” para obtener energía, y el de “Matrix”, un mundo virtual donde las mentes de los humanos son esclavizadas y creen vivir en la normalidad.

El personaje protagonista, Neo, vive atormentado con la sensación de si está soñando o lo que ve es real y le pregunta a su compañero Choi, en una de las primeras secuencias del film: “¿Alguna vez has tenido la sensación de no saber con seguridad si sueñas o estás despierto?”

A lo largo de la trilogía de Matrix se plantea el problema del existencialismo, ya que se afirma que nada de lo que creíamos que existía, la existencia en sí es una simple alucinación creada por unas máquinas para sacar beneficios de nosotros.

Para analizar este aspecto filosófico de Matrix podemos acudir a Jean Paul Sartre, cuya filosofía se refiere a la libertad humana y a la no creencia en el destino. La idea fundamental es la de la elección.

En la película, el protagonista Neo, tiene que elegir desde el principio:
la pastilla roja o la azul.

Sartre sostiene que
“Si no elijo, también elijo”.

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