domingo, 9 de junio de 2019

Sentidos...


Nuestros sentidos ejercen su función de forma automática, así vemos, olemos, escuchamos, tocamos, saboreamos; pero si aplicamos atención a cada uno de ellos, o sea si aplicamos consciencia al hecho de sentir, encontraremos que los mismos se afinan permitiéndonos acceder a un nuevo nivel de experiencia.

La información que nos “traen” del mundo “exterior” nuestros sentidos, provocan que mediante nuestros condicionamientos sociales, culturales o psicológicos, reaccionemos ante la misma, a través de una expresión corporal, facial o ambas a la vez, como por ejemplo:

- Cerramos o abrimos desmesuradamente los ojos,
- Nos tapamos los oídos o nos ponemos la mano a modo de amplificar el sonido,
- Cerramos los ojos para sentir mejor el olor o el sabor,
- Retiramos bruscamente nuestra piel del contacto externo o lo tratamos de ampliar exponiendo más cantidad de piel a ese tacto.

Pero ninguno de los sentidos puede competir con el de la vista, el cual ocupa casi la mitad del cerebro para procesar todo lo que captan los ojos, por eso se dice que los ojos son el “espejo del Alma”.

Aunque para ser más precisos, los ojos solamente son el medio a través de los cuales activamos el verdadero “espejo del Alma”, que es el cerebro, cuando tiene activada la Consciencia.

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