- Baba, antes de reunirte con nuestro Señor, dime, por favor, ¿qué ha sido lo más difícil que has encontrado en esta vida?
Entonces el maestro, mirándolo fijamente, contestó:
- Lo más difícil ha sido hacer comprender a la gente que Dios es Uno, y que sólo Él merece ser adorado. Que no hay santos, ni ángeles, ni profetas, ni hijos, ni potencias, ni espíritus, ni guías, ni maestros... Que sólo existe Él, sin intermediarios, sin otro más. Que Dios es el Solo, el más Digno de alabanza.
- Pero, maestro - replicó el muchacho - entonces, ¿los ángeles, los profetas, los santos…?
- Ves, hijo mío - contestó el anciano con lágrimas en los ojos – ¡ Cuán difícil es esta tarea, que ni siquiera a mis discípulos más cercanos he conseguido convencer!"
Manuel Fernández Muñóz
99 Cuentos y Enseñanzas Sufíes
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