Lo que pasa hoy día en el mundo, es que los movimientos de migrantes se han convertido en verdaderas invasiones culturales. Así este movimiento ha pasado de ser de exótico y enriquecedor a abrumador y avasallante.
Evidentemente el mismo está provocado por el aumento desmedido de la cantidad de habitantes en el planeta, la falta progresiva de recursos vitales, el aumento de las tecnologías y la manipulación de los políticos mundiales.
Los resultados primarios que se están viendo a ojo descubierto es una homogenización de la cultura mundial, esto trae por consiguiente la pérdida de nuestras características particulares como pueblos, que tantos siglos nos hemos vanagloriado de tener, lo que genera en muchos casos desde rechazos hasta reacciones violentas, aumentando el nivel de sufrimiento de la humanidad a niveles preocupantes.
Este es un proceso que llegó para quedarse y acentuarse aún mucho más a nivel global, así que en aras de no agregar más reacciones al mismo, deberíamos reflexionarlo profundamente (como en todo orden de cosas) para eventualmente un día poder trascenderlo en paz.
Al final de todo, como bien dice Manuel Fernández Muñóz en su libro “Viaje a la India para aprender meditación”:
"¿Tienes miedo de la inmigración? ¡No te preocupes! Todos somos migrantes. Cada pocos años vamos saltando de un cuerpo a otro."
y esta reflexión nos acerca a la verdad de que tanto los cuerpos, como las culturas, son solo ropajes que cubren la esencia misma de lo que en realidad somos.
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