La huella psicológica que deja este tipo de interacción, en los nativos de la tecnología, nos da por resultado la falta de responsabilidad por lo mal hecho, porque muy profundo en nuestra psique, sabemos que tenemos que repetir este proceso muchas veces, antes de lograr un resultado medianamente aceptable.
La interacción ENTRE HUMANOS desde la temprana edad, nos enseña, que ante cada "cagada" que nos mandemos, tenemos que afrontar unas consecuencias, ya sean familiares o sociales y el efecto nos conmueve tanto, que la impresión cerebral del hecho cala tan profundo, que ante el menor intento de repetirlo, nuestro inconsciente nos habrá proyectado las consecuencias que probablemente se van a derivar de dicho acto; con lo cual ponemos mucha más atención a lo que estamos haciendo, con tal de no volverla a "cagar".
Más Humanos - menos tecnología.
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