miércoles, 30 de agosto de 2017

El hombre sabio...


Un árbol que apenas se puede abrazar, nació de una minúscula raíz.

Un viaje de mil millas comenzó con un solo paso.

El que mucho se agita en hacer algo, terminará equivocándose.

El que se apega a algo terminará perdiéndolo.

Por eso el hombre sabio no se agita por nada y nunca se equivoca, no se apega a nada y nada pierde.

Por lo tanto, el hombre sabio: Desea no desear.

No da valor a las cosas difíciles de obtener.

Ayuda a las cosas de acuerdo a su naturaleza y no hace nada para forzarlas.

Lao Tsé.

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