domingo, 26 de agosto de 2018

ADORACIÓN...


De una página religiosa extraje este texto:

"¿Te has preguntado alguna vez por qué adoras a Jesús?, ¿Qué ganamos nosotros? Ninguna de las cualidades de Dios cambiará aunque le adoremos o no, pero la alabanza y la adoración sí nos conviene a nosotros, pues al estar cerca de Dios y entregar nuestra más sincera adoración somos transformados: somos lo que adoramos, por eso si adoramos a Jesús seremos como Él. No pierdas la oportunidad de entregarle tu corazón lleno de alabanza a Dios y permitir que Él te transforme a través de ella".

O sea, creamos religiones y edificamos suntuosos edificios, donde "adorar" a Dios, con el fin que Él nos "transforme". Por tanto tenemos la "convicción" de que somos "muy poca cosa" y lo único que podemos hacer es POSTRARNOS ante imágenes o libros y PEDIR DE FAVOR ser "transformados".

Si coincidimos que Dios = Amor, entonces toda esa "parafernalia" es para que "alguien" HAGA EL "TRABAJO" POR NOSOTROS.

Nuestra esencia es tanto Divina, como Amorosa... el día que previa toma de consciencia de quienes somos en realidad y mediante la reflexión profunda NOS "DESCUBRAMOS" (o nos "recordemos")... sobrarán las religiones, los suntuosos edificios y por supuesto el acto de la adoración... pues no harán falta, habremos vuelto finalmente a "conectarnos" con nuestra Fuente y esa es la TRANSFORMACIÓN, de la que tanto se habla en las Iglesias.

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