Cuando las oleadas de emigrantes recorren el mundo, en proporciones tales que hace que confundamos EMIGRACIÓN con INVASIÓN, toda vez que los países que los reciben ven tambalearse sus sistemas de seguridad ciudadana, construidos a duras penas para garantizar un poco la dignidad de la vida de sus habitantes...
ES IMPRESCINDIBLE PARA NOSOTROS (los que hemos emigrado), CUMPLIR A CABALIDAD LA "REGLA DE ORO DEL EMIGRANTE".
No tenemos derecho a IMPONERLE a nadie (menos si son los anfitriones que nos reciben) nuestras "costumbres": nuestra música, nuestra comida, nuestros olores, nuestra religión, nuestros hábitos de vida.
Como vivimos en sociedad, TENEMOS QUE PONERNOS SIEMPRE EN EL ZAPATO DEL "OTRO" y pensar si estamos INVADIENDO SU ESPACIO, para AUTO-CORREGIRNOS y volver a colocarnos en el lugar donde podemos estar SIN MOLESTAR A NADIE... esto es válido para TODO TIPO DE HABITANTES DE CUALQUIER SOCIEDAD... pero FUNDAMENTAL cuando de emigrante se trata.
"Sea cortés,
ande con cuidado,
edúquese lo mas que pueda,
respete para que lo respeten...
Y que Dios nos ampare"
Dra. María Polo
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