me hablas con mi boca,
me guías con mi conciencia,
me miras con mis ojos y
me amas con mi corazón.
Cuando me miro, eres tú quien me ve.
Y, a pesar de todo, te busco en los grandes templos,
en las sinagogas,
en las mezquitas e iglesias.
Pero también en el roble, en el arroyo, en el mar, en las estrellas y en el arcoíris.
- ¿Quién eres? - me pregunto
y solo el silencio me responde:
- ¿Quién soy yo para ti?
Manuel Fernández Muñóz
No hay comentarios:
Publicar un comentario