lunes, 20 de noviembre de 2017

¡ HONRÉMOSLOS !


Cuando caminamos entre los árboles en un parque o un bosque, podemos llegar a sentir la energía que desprenden.

Los celtas creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían verse en la corteza de sus troncos y sus voces escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento.

Los árboles nos ayudan a establecer contacto con el poder de la naturaleza, nos dan herramientas para sanarnos, relajarnos, fortalecernos, cargarnos de energía vital y son portadores de los mensajes de la Madre Tierra.


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