A pesar de ansiar a veces más libertad, ya sos libre y todo lo que bloquea tu realización de esa libertad es tu propio apego a algún pensamiento de quién creés que sos.
Te invito a dejar que tu atención se sumerja en lo que siempre ha estado aquí, en lo que no tiene palabras.
¿Sos el gordito burlado en el colegio?
¿Sos acaso el maravilloso ó el desastroso hijo?
¿Y qué sos cuando ya no sos madre, padre o trabajador?
¿Sos la persona rechazada por alguien y sólo un rechazado? ¿Quién sos en realidad?
¿Qué estuvo siempre a pesar de los cambios de estado causados por el paso del tiempo y las circunstancias?
¿Sos una imagen que aparece en tu mente?
¿Sos las sensaciones o las emociones que notás en tu cuerpo?¿Sos lo que otros han dicho que sos o el rebelde eterno frente a lo que los demás dijeron que sos?
Estas son algunas de las muchas avenidas de identificación errónea. Todas estas definiciones van y vienen, nacen y luego mueren. La verdad de quién eres no viene y se va.
Está presente antes del nacimiento, durante toda la vida y después de la muerte. Descubrir la verdad de quien sos es posible, es tu derecho de nacimiento.
Lic. Fanny Libertun
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