domingo, 17 de febrero de 2019

Mandala...


En estos tiempos "modernos" donde la forma es la que "reina", nos encontrarnos con muchos colorean mandalas, desde libros, hasta cualquiera de los dispositivos electrónicos disponibles; además adornan con ellos sus ropas y casas. Los menos son los que dibujan mandalas y muchas veces lo hacen sin saber que el mismo no tiene como fin crear una obra bonita y llamativa... menos lucrativa.

...pero pocos se preguntan ¿Qué es un mandala?

Viene de una palabra en sánscrito que significa círculo y es nada menos que la repesentación del Universo externo, según te dicte tu Universo interno. Un mandala no se pinta desde la racionalidad o mente, sino directamente desde el corazón, para lo cual debe existir un grado de sincronía energética entre el "adentro" y el "afuera", para que de esa manera fluyan las imágenes libremente.

El Círculo es una figura que se encuentra recurrentemente asociada a prácticas mágicas y religiosas en todas las culturas. Son mandalas también: el sol , la luna, la tierra y los planetas; el sistema solar, la vía láctea, sistemas de sistemas solares, el átomo, la célula, una telaraña, una flor, el nido de los pájaros, el corte transversal del tronco de un árbol, el iris del ojo, etc.

Todo en el universo es circular, por el flujo energético del mismo.

El cuerpo humano es redondeado; cabeza, brazos, piernas, huellas dactilares, órganos, células. Todo este movimiento ha quedado grabado como una impronta en nuestro ser y nos recuerda intuitivamente que somos un mandala cada uno de nosotros y que pertenecemos a otros mandalas, siempre en continuos sistemas cerrados y abiertos.

Somos sistemas dentro de sistemas, pertenecemos Al Absoluto y el Absoluto esta en nosotros.

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