Nos encontramos en un momento de la historia, en el que no sólo hemos olvidado Samadhi, sino que también hemos olvidado lo que se nos olvidó.
Este olvido es Maya, la ilusión del Yo.
Como seres humanos, la mayoría de nosotros vivimos nuestra vida cotidiana con una mínima idea de quienes somos, porqué estamos “aquí” o a donde “vamos”. La mayoría de nosotros no hemos descubierto nuestro verdadero Ser, el Alma o lo que el Budha llamó “anatta” (aquello que está más allá del nombre y de la forma, más allá del pensamiento), como resultado creemos que somos estos cuerpos limitados y vivimos con el miedo de que esta “estructura” limitada morirá.
La “búsqueda” (religiosa o espiritual, yoga, meditación, oración, cantos, rituales) no son más que técnicas que están condicionadas, o sea son solo parte de la construcción del Ego, aun así, este no es el problema, el problema es pensar que hemos encontrado la respuesta en alguna forma externa.
El Ego siempre quiere MÁS… más dinero, poder, amor… más de todo.
Los que estamos en el “sendero espiritual”, queremos ser más espirituales, despiertos, ecuánimes, pacíficos, iluminados.
El “peligro” para ti, es que al ver esta película, tu mente va a querer adquirir Samadhi o incluso aún más peligroso es que tu mente crea que ha adquirido Samadhi… siempre hay deseo de alcanzar algo… y “eso” no es más que la construcción del Ego “trabajando”.
Samadhi no se trata de alcanzar o agregar “algo” a ti mismo… comprender Samadhi es aprender a morir… antes de morir.
Cuando descubrimos quienes somos en realidad se pierde el miedo a la vida o a la muerte, pues nos damos cuenta que ambos términos son un “continuo” sin principio, ni fin.
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