ACEPTAR... pero de corazón...

Lo que distingue a nuestra especie es su diversidad, gracias a las diferentes culturas. Y debido precisamente a ellas es que somos tan intolerantes, pues cada una se siente con el derecho de proclamarse como "la mejor", lo que ha provocado mucho dolor y sufrimiento a nivel planetario.

Una vez más nos equivocamos y buscamos la solución en las ramas y no en sus raíces. De esta manera, en este mundo "moderno", hemos instaurado una aberración ideológica y dictatorial, que viene a ser una "tabla rasa" cultural, en donde todos los humanos nos comportemos IGUAL y que hemos dado en llamar "lo políticamente correcto", que viene a destruir uno de los postulados fundamentales de la democracia, que es la libertad de pensamiento y de expresión.

IGUALARNOS en la apariencia no va a traer la tan ansiada paz para los humanos,

la aceptación NO DEBE SER DE PALABRA,

sino la CONSECUENCIA de una educación basada en el RESPETO AL DERECHO AJENO;

pero para ello, primero debemos entender que TODOS TENEMOS LOS MISMOS DERECHOS,

por el sólo hecho de ser HUMANOS;

y este entendimiento no puede llegar por IMPOSICIÓN,

sino producto de un cambio cultural a nivel global.