A través de la respiración consciente nos sincronizamos en buena medida con la vibración universal, simplemente porque al realizar este sencillo ejercicio concentrando la mente en el mismo, acallamos la parte de la mente que es un "mono saltarín" (Ego).
El tiempo que logremos hacer este ejercicio, nuestro cuerpo se estabiliza y calma, al haber permitido la entrada del torrente energético cósmico, a través de la alineación de nuestros chakras.
No cuesta nada y trae puros beneficios.
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