Injusticias sociales acumuladas por 200 años explotan en Chile, en un momento de extrema polarización ideológica, donde por un lado el “pueblo” termina siendo más pobre que antes de los acontecimientos y por otro lado es la única vía que ha encontrado para hacer presente su descontento.
La acción destructora del lumpen y de grupos radicales ideologizados, no hace otra cosa que validar la frase “a río revuelto, ganancia de pescadores”; porque “eso” no es protesta, sino simplemente VANDALISMO desatado.
En estos tiempos el bien más preciado es la PAZ, la CALMA y la TRANQUILIDAD, para lograr con ello retornar a la normalidad, en un punto SUPERIOR en cuanto al nivel de atención por parte de la casta política, respecto a las necesidades del pueblo.
¡ PAZ PARA CHILE, CONSCIENCIA PARA CHILE !
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