Una mezcla de “Bonnie & Clyde”, con Guillermo Tell, en una sociedad postmoderna y distópica, donde el capitalismo salvaje ha llevado a cambiar el dinero por el tiempo, a la vez que sigue siendo el factor que rige nuestras vidas minuto a minuto.
La tesis del Director, es la de quitar a los que más tienen para distribuir entre los que menos tienen y aun así termina proyectando un futuro aún más sombrío, porque el sistema colapsa bajo la fórmula de la “igualdad”.
Una película de acción, que nos lleva a un punto de reflexión sobre cuál será el “mañana” que nos deparan nuestros actos de hoy. Por un carril “pan para hoy y hambre para mañana” y por el otro “hambre siempre”. Como buen uroboro, no puede haber cabeza que no se muerda la cola.
Rumi llega al rescate en este callejón sin salida, sentenciando que “ayer era inteligente por lo que quería cambiar al mundo y hoy soy sabio, por lo que me quiero cambiar a mí mismo".
La mayoría del mundo siempre ha dicho “ver para creer”, exigiendo primero el puente, para después dar el paso hacia el vacío y lo que no acabamos de entender es que la solución (el puente) sólo aparecerá de una Humanidad que previamente haya cambiado.
El cambio genera el puente y no al revés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario