Mi propósito no es formar discípulos
-eso es sólo el prólogo-
sino maestros,
todos los maestros posibles.
El mundo tiene una enorme necesidad
de personas despiertas, amorosas,
libres y sinceras;
las necesita urgentemente.
Sólo ellos podrán crear
cierto entorno espiritual,
para evitar que las fuerzas suicidas,
que son muy poderosas
- pero no más poderosas que el amor -
destruyan el mundo.
Osho
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