Somos libres para pensar y ahí radica el problema.
PENSAR es lo que se ha salido de control.
El dilema de la sociedad moderna, es que tratamos de entender el mundo no en términos de consciencia interna, sino cuantificando y calificando lo que percibimos como el mundo externo.
A través de medios científicos y mentales, PENSAR, sólo nos ha llevado a pensar más y a formular más preguntas. Anhelamos conocer el secreto que crea el mundo y orienta su camino, pero consideramos esta esencia como si estuviera fuera de nosotros, no como una “cosa” viviente e inherente a nuestra propia naturaleza.
Fue Carl Jung el que dijo:
“Aquel que mira hacia afuera SUEÑA,
y aquel que mira hacia dentro DESPIERTA”.
No tiene nada de malo querer ser feliz, lo que está mal es buscar la felicidad “fuera”, cuando sólo se puede encontrar en nuestro interior.
Mundos Internos, Mundos Externos
Cuarta parte: Más allá del Pensamiento.
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