1.- Ponte en el lugar de la persona o personas que generan ese daño. Intenta comprender de qué forma justifican su acción (no darles la razón, sólo intentar entenderlas).
2.- Observa el daño que hacen y la justificación que se dan a sí mismas. ¿Qué necesitarían comprender para superar esta situación?
3.- Procura poner a su alcance la información que necesitan para evolucionar y dejar de actuar así. Lamentablemente no puedes obligarles a integrarla, solamente puedes ponerla a su alcance.
4.- Protégete del daño que puedan hacerte, pero sin violencia, deseo de venganza o agresión. No tienen la culpa de ser “cocodrilos”, pero tú tampoco tienes porqué sufrir por ello. No te enzarces en ninguna lucha con ellos.
Daniel Gabarró
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